Césped artificial para pádel

El pádel es un deporte que comenzó a practicarse sobre pistas muy duras, con pavimentos como cemento poroso u hormigón. Eran suelos resistentes, pero que no beneficiaban en nada las articulaciones de los deportistas. Con el paso del tiempo, y aunque aún quedan algunas canchas de esos materiales, se fue cambiando al césped artificial para pádel, un material mucho más adecuado y sobre el que las lesiones disminuyen de forma drástica.

¿Cuáles son los componentes del césped artificial para pádel?

La moqueta sintética tiene tres partes muy bien diferenciadas que hay que conocer, aunque si quieres saber más contacta con nosotros para que aclaremos todas las dudas.

  1. El soporte base

Conocido como “backinges la superficie de plástico a la que van unidas las fibras artificiales. Se hace de polipropileno y dependiendo de la calidad puede llevar una o dos capas.

En el mercado se puede encontrar en rollos de distintos tamaños para hacer el transporte más fácil y adaptarse a todo tipo de lugares, pues en algunos maniobrar con piezas grandes no es sencillo.

  1. Las fibras

Lo que diferencia a un césped artificial de otro son las fibras. Son las que imitan a las naturales y pueden tener entre 10 y 15 mm de longitud. Además, las encontramos de varios tipos y composiciones.

Si la pista es antigua seguro que las fibras son de nylon, un material que se dejó de usar porque provocaba heridas a las personas que practicaban este deporte debido a que era muy abrasivo.

De ahí se pasó al polipropileno, el mismo plástico del soporte base y ahora la mayor parte de las fibras son de polietileno, uno de los polímeros más sencillos y baratos que existen.

  1. La arena

Aunque la arena no viene con el césped, no hay una cancha que no la tenga en menor o mayor medida, puesto que ayuda a que las planchas de hierba sintética no se levanten.

También facilita mucho los movimientos de los jugadores, al permitir que se deslicen mejor sobre la superficie, algo que hace que el riesgo de lesiones sea muy bajo.

Modificando la cantidad de arena también se puede cambiar el comportamiento de la pista, ya que más kilos de sílice consiguen levantar más las fibras.

Césped artificial para pádel

Para el pádel se usan dos tipos de hierba sintética

No toda la hierba sintética sirve para practicar ese deporte, de manera que hay que tener muy claro que hay un césped artificial para pádel y un césped artificial multideporte, que es lo que debemos escoger si vamos a practicar otra disciplina.

  1. Césped monofilamento

Es un césped “pesado” casi dobla el peso por metro cuadrado del siguiente que vamos a ver, y ese peso se debe a que es más denso. Esto se traduce en que el piso monofilamento es el más adecuado para aquellas instalaciones que tienen un uso muy intensivo, como las pistas comunitarias.

Se hace con polietileno y con él se consigue un bote muy natural y predecible, sin esos extraños que tanto desconciertan a los jugadores.

Su gran desventaja es que por la forma de sus fibras hay que mover la arena con frecuencia, por lo que tiene que haber una persona que la redistribuya muy a menudo, pues de lo contrario la pelota botará de forma errática

  1. Césped fibrilado

Mucho menos denso que el anterior, aquí las fibras están cortadas en la zona superior formando una especie de plumeros, consiguiendo así que sean más anchas y que mantengan mucho mejor la arena.

Minimiza las lesiones amortiguando los impactos y evitando la abrasión en las caídas, pero su gran desventaja es que dura menos el que monofilamento y por eso no se puede poner en las pistas de que se emplean de manera muy intensiva, pues de lo contrario se deteriora pronto.

Podríamos decir que es el más adecuado para las competiciones, aunque cada jugador posee sus preferencias, más si tenemos en cuenta que podemos variar el comportamiento dependiendo de la arena que pongamos.

Qué ventajas tiene la instalación del césped artificial para pádel

Hay pavimentos que duran más y necesitan menos mantenimiento, pero el césped artificial se ha impuesto por las ventajas que presenta frente al resto de superficies.

  1. Su mantenimiento es muy sencillo

A diferencia de las canchas de césped natural, las de hierba sintética tienen un mantenimiento de lo más sencillo, tanto que la mayoría de las tareas las puede hacer personal poco especializado.

Es cierto que los trabajos se tienen que realizar de manera muy seguida, pero cualquier persona puede mover la arena, regarlo (se hace con el fin de que la arena se mueva menos y para limpiarlo), barrerlo o poner un tratamiento herbicida y fungicida

  1. Amortigua mucho los impactos

Los deportes que más lesiones provocan son aquellos en los que las articulaciones sufren impactos, como cuando corremos sobre el asfalto.

En ese caso, las fibras y el plástico en donde se colocan hacen de amortiguador para las rodillas, los tobillos y la espalda. Así, aunque se producen lesiones, son muchas menos que las que veríamos en un pavimento de cemento.

  1. La pelota bota de manera natural

Cuando estamos jugando al pádel la pelota tiene que ser previsible. Una cosa es que no lleguemos a ella por un buen golpe del rival y otra que haga un bote totalmente inexplicable.

Esto se consigue con la hierba artificial, que ayudada por la capa de arena hace que la bola vaya donde pensamos que va a ir, sin sorpresas de última hora que consiguen que nos enfademos.

El césped artificial para pádel es insuperable como superficie en la que practicar este deporte. Se mantiene con muy poco dinero, dura mucho y ayuda a los jugadores a disfrutar de sus partidos, puesto que evita lesiones y permite que la pelota no haga efectos raros.

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